A nuestra madre siempre le han encantado las manualidades y no tiene reparo en probar nuevas técnicas, así que hace unos 25 años decidió que quería aprender a hacer bolillos. Encontró en Coslada una asociación que impartía las clases y así, poco a poco, se fueron introduciendo en el maravilloso mundo de los bolillos.

El Pontejos de Coslada lo abrieron nuestros padres a mediados de los 80 como mercería y lencería.Han viajado por toda España vendiendo en encuentros de bolillos ¡durante 20 años! Ahora han decidido jubilarse y al fin tener su merecido descanso cediéndonos el testigo a sus hijos, que lucharemos por seguir su legado al menos otro 40 años.

Esperamos que vuestra experiencia con la nueva etapa de El Pondejos de Coslada sea satisfactoria y que consigáis encontrar lo que necesitéis en cada momento a un precio competitivo. Si eso no se produjese, no dudéis en poneros en contacto con nosotros